Soledad compartida

Puedo sentirme la mujer más desdichada del mundo, pero sin razón aparente despierto dentro de un circulo depresivo.

Eran las tres de la mañana y no podía dormir sentía el peso de mi alma que me retorcía los intestinos; de repente pude percibir un sonido que provenía de mi ventana era como si alguien o alga intentara ingresar. Lentamente me fui aproximando, mi rostro estaba empapado en sudor no podía coordinaba bien mi respiración, cuando toque mi ventana pude sentir un calor terrorífico y divisar a lo lejos un punto brillante que al momento de parpadear desperté en medio de mi sala con quemaduras de segundo grado en mi brazos y pecho. Estaba a punto de enterrar en la paranoia,ya que no podía explicarme que era lo que estaba pasando.

Tres días después de lo sucedido tuve un sueño en donde una niña, aproximado de siete años, me llamaba con suma curiosidad; me acerque con una desconfianza infinita y le dije -¿Que sucede, me podrías decir en donde estoy?- ella miraba el piso y en eso alzo la mirada y me percate que sus ojos no tenia ni iris ni pupila todo era de color rojo me asuste tanto que desperté a causa de mis vómitos. Sabía que esto ya no era normal algo extraño me estabas pasando por eso decidí llamar a la doctora Krow, una antigua compañera de la universidad que era psicóloga, solo podía confiar en ella.

-Doctora Krow, tengo un sueños extraños que me hacen dudar de mi existencia y cuando despierto tengo heridas en mi cuerpo o hasta aparezco en otro lugar-
Ella me observo y no manifestó ni un leve sonido ni gesto alguno; ese silencio me estaba volviendo loca de pronto soltó una carcajada tan fuerte que mi tímpano vibro como una locomotora. En eso la doctora se levanto y me dijo observa empezó a remangarse la blusa y pude ver que sus brazos parecían las entrañas de un buitre como si se hubiera quemado con ácido era asquerosamente espeluznante.

Me miro fijamente me cogió la cabeza y me dijo -Ahora sé que no estoy sola tanto como tú y yo hemos sido elegidos por un ser que no tiene rostro pero sí poder-