¿Cual es el problema de mí existencia?

Sera esos halagos que me hacen dependiente o esos pequeños pero grandes seres que dicen complementar mí mundo.
Me esparzo como una pequeña mancha de café sobre un mantel blanco. ¿ Acaso ser esa mancha oscura difícil de sacar es algo tan lamentable hasta frustrante?
Empecé a romper mis paradigmas mis tradiciones esas costumbres que me hacían ser eterna. Pero todo rota cambia o se fermenta.
No se como conectar ideas. Intento desahogarme de todas las maneras que amerita un mediocre escritor.
Odio a esos seres sin forma, sin color que solo son luz de fotocopia.
Mí irrelevante existencia hostiga a los sabios que nos los dejare comer tranquilos.
Antes que me evapore conoceré muchas personas algunas hechas de madera otras de metal (no oxidable) o de un composición poco usual, que me dejaban bailar como yo quisiera; sin embargo, me llenaron de ideas psicodélicas haciendo explotar mí alma con destellos de idolatría y después la dura y cruel soledad se apodero de mí. Ellos se fueron.

¿Yo seré algún día un baobab?

Me pregunto cada día de mí vida si mí cuerpo es igual que el de un baobab. Las razones de estos ligeros pensamientos se transmiten a mí poca imaginación a la hora de transmitir aquel sentimiento de amorío y de ser desenmascarada.
Las personas no entienden que grande es este árbol, cuyo tronco supera toda dimensión ya conocida, que al posarse una bandada de pájaros no hace ruido con sus hojas solo desea tocar música con el compás de esas delicadas ráfagas de viento. De donde brotan esos frutos suculentos que tranquilizan el alma impaciente.
Yo deseo e imploro a los dioses ser como el baobab, ya que mí corazón sera silencioso y nada presuroso a la hora de enseñar sus tesoros. Y podre deleitar con mi belleza a esa persona que sepa apreciar cada hoja que contenga mí forma de ser. Pero el amor...

PERRO DE PAJA

fotógrafo: francisco antonio garcia villavicencio

La comidilla de la sociedad son aquellos seres impecables de gran volumen e inesperadas dimensiones, las cuales no refutan sus frustraciones. Perros de paja (para el sacrificio) hambrientos por una suculenta carne putrefacta llena de gusanos, de todos los colores, y de misteriosas bacterias que por una y otra razón no matan solo hacen espacio como todo ser humano. Por eso ella siempre se queda en aquel lugar que todo el mundo desprecia. Sin embargo, los pobres seres inertes no se percatan que todo ser oculto detrás tiene una razón filosófica. No como los que se enorgullecen de sus riquezas y honores solo les trae desgracias.